3 de febrero de 2014

Cartas desde Lyon (VI)

La misión de mi renovada edad es sonreír. Intentar que el corazón sonría aunque al rostro le cueste reflejarlo de vez en cuando, aunque de vez en cuando existan razones y motivos por los que llorar; siempre existen pretextos por los que reír y por los que sentirse agraciada y agradecida. 

Estoy cansada de forzarme a escuchar canciones melancólicas para encontrar la inspiración que siempre se ausenta cuando las cosas me van bien, cuando opto por ser feliz aunque sea en una etapa de completa incertidumbre. Cansada también del desánimo y la apatía que produce el ver caras serias cada mañana en el metro; rostros inexpresivos, adustos y secos que invaden las calles a causa de una monotonía normalizada que resulta abrumadora. 

Decidida a pasar, como me decía una amiga hace poco, del conformismo al inconformismo; decidida a mirarlo todo con otros ojos y a sonreírle a la vida, que siempre da tanto. 







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...