"Nada ni nadie puede impedir que las agujas avancen en el reloj...que crezcan y que un día nos digan adiós".
Fue pura casualidad que las dos fuéramos vestidas de blanco. O quizá no. Con sus gafitas y sus labios color carmesí parece mayor; y es que se hace mayor. En ella se materializa el paso del tiempo que, a veces, para mí parece estancado. Secuela de la rutina, supongo. Rutina que, espero, está a punto de desaparecer...
En ella veo el pasado, mi pasado, y, a su vez, es la mejor figura para simbolizar, imaginar y proyectar mi futuro.
En ella se aglutinan las ganas de vivir.
Fotos: Oihane Zuazua Mármol y Ainara Zuazua Roldán, Agosto 2013
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